Siempre he dicho, digo y diré que, a la hora de escribir una novela (de ficción, sea del género que sea), el corazón de la historia no está en la trama, sino en sus personajes. La psicología del personaje compone el motor clave que convierte a un protagonista plano o de libro en una creación humana y con vida propia dentro (y fuera) de las páginas. Uno capaz de emocionar, inspirar y conectar con el lector.
En este artículo, quiero hacer un pequeño estudio, si bien esquemático, donde explorar la importancia de trabajar la psicología de los personajes en las novelas, en especial si quieres autopublicar un libro. También comento por qué es esencial en la escritura creativa, fallos habituales de escritores y cómo un servicio de corrección y edición profesional puede ayudarte a reforzar este aspecto en tu manuscrito.
¿Qué es la psicología del personaje?
La psicología del personaje es el conjunto de motivaciones, emociones, pensamientos y comportamientos, entre otros rasgos, que definen cómo actúa un personaje dentro de la historia. Esta no se basa sino en la psicología humana, pero aplicada al contexto de la ficción. Por ello, se considera un aspecto atado fundamentalmente a la narrativa de una obra; es decir, a la parte que se asocia a la construcción literaria de un texto.
Para los escritores: esta psicología no se trata solo de decidir si tu personaje está en el bando de los buenos o de los malo, si es un charlatán o un melancólico, si narra con diálogos rápidos y fragmentados o si prefiere comunicar sus ideas de modo reflexivo y mediante diálogo interno. Es el conjunto de todas estas cosas. Es esta red de conjunciones lo que le da a dicho personaje una profundidad emocional y coherencia interna que lo hace parecer una persona real.
Un personaje bien construido se compone, principalmente, de:
- Motivaciones claras: ¿Qué quiere conseguir y por qué?, ¿qué lo mueve en la historia?, ¿Cómo actúa: siempre sigue un patrón o es impredecible? Objetivos, fines, dirección, planes de acción; todo esto.
- Conflictos internos: ¿Cuáles son sus contradicciones como individuo; sus dudas, miedos y otros aspectos que enriquecen su carácter y avance? ¿Y su pasado, su trasfondo?
- Evolución: Este no es el mismo al inicio de la novela que al final. O sí. Un tipo de evolución de personaje también es el que no evoluciona, pero si no evoluciona piensa qué ofrece a cambio de este valor estático; cierta demostración o una enseñanza moral, ¿quizás?
- Coherencia psicológica: Sus actos y actitud se corresponden con su personalidad y la historia de su vida. Esta coherencia se rige en base a los aspectos anteriores. Todos funcionan como uno.
¿Por qué es importante la psicología del personaje para escribir una novela?
Es obvio decir que un lector conecta con los libros a través de los personajes. Como he mencionado, siempre he creído que, por muy interesante, original y bien construida que esté una trama, si los protagonistas son estereotipos o de cartón… no ofrece ninguna historia.
Si estudias y trabajas la psicología de tus personajes, como autor, conseguirás una mayor credibilidad, empatía con el lector y un trasfondo en la narrativa que dotará a tu obra de una mayor posibilidad de permanecer en la conciencia individual o colectiva. En resumen, una psicología de personaje sólida aporta:
- Verosimilitud: El lector le otorga validez al personaje, lo percibe como humano, asume y asimila que este podría existir en un mundo real. Aunque sabe que es un personaje, no siente que lea a un personaje escrito para estar en un libro.
- Identificación: Esta psicología acertada genera empatía. Es importante destacar en este punto que esto puede, y debe, suceder incluso aunque un personaje sea un antagonista. La empatía en una obra no se asocia necesariamente a los personajes buenos, sino a los personajes bien construidos. No hay mayor logro que hacer que a un lector le guste un villano como personaje, aunque lo desprecie como individuo.
- Enganche emocional: A mayor psicología mayor interés y mayor recompensa para lector y autor. Si construyes bien, el lector se involucra y lo tienes ganado. Es un lector que se queda hasta el final del libro para saber qué pasa. Muy posiblemente regrese en más obras.
- Profundidad narrativa: Piensa que los conflictos internos enriquecen la trama. Una buena trama se sustenta en sus personajes; son los pilares. Si tus personajes carecen de profundidad, es muy posible que la trama también, pues no habrá ni momentos de tensión ni giros ni grandes revelaciones, ya que el personaje no los pedirá. No habrá pérdidas ni triunfos ni recompensas. La trama se basará en escenas atadas por hacer avanzar la obra, sin alma.
Mencionar también que personajes mal construidos suelen caer en estereotipos, clichés vacíos o arcos de evolución forzados que no convencen, de ahí la importancia de dedicarle tiempo a esta psicología del personaje; sobre todo si quieres autopublicar un libro. En estos casos, en especial si eres escritor novel, te recomiendo ponerle énfasis a este proceso. Inicialmente, buscarás personajes fácilmente identificables, y puedes usarlos como modelo, pero no te quedes ahí.
Errores comunes al construir la psicología del personaje
Como parte del proceso de editing, estoy acostumbrada a analizar a los personajes en las obras en las que trabajo. De estas situaciones, podría hacer listas infinitas de qué falla, pero voy a limitarme a los errores más habituales al escribir una novelas en el ámbito de los personajes:
- Personajes sin evolución: No suele suceder tanto en protagonistas como en personajes más secundarios. Es cierto que no cada personaje que aparece en un libro debe cambiar, en el sentido estricto de la palabra, pero hay muchos que están en la obra y sirven lo mismo que nada. Otros que están supeditados a los protagonistas, lo que conforma una manera bastante pobre de exponer la personalidad y avance de este último. Para los protagonistas, existe cierta necesidad narrativa: no pienses en una evolución inmensa que le cambie por completo la personalidad. Más bien debes pensar en que un protagonista debe ir de un punto a a un punto b (en el ámbito emocional).
- Motivaciones superficiales: ¿Cuántos personajes hoy en día se enamoran «porque es una novela romántica», luchan «porque hay una guerra y dos bandos» o cambian de opinión sin razón ni motivación aparente? En el momento en el que añades o creas a un personaje en tu historia este tiene un propósito en ella. Debes comprenderlo y explotarlo. Los personajes deben sufrir; lo siento, es así. Si un personaje no tiene propósito… plantéate si realmente te hace falta escribirlo.
- Incoherencias de conducta: Muchos personajes se mueven por el flujo de la obra para satisfacer a la trama… cuando debería ser al contrario. La trama funciona porque la mueven los personajes. He leído muchos personajes que, de repente, actúan de determinada manera porque se espera que, en ese punto de la novela haya un giro dramático. Pero el drama se saca de la nada porque el personaje no ha llegado todavía a ese punto psicológicamente. Cuando planificas la trama, debes tener en cuenta los tiempos de las cosas: las actuaciones de los personajes. Estas deben funcionar de manera coherente con quiénes son y su función y situación en el mundo.
- Abuso de «problemas» o «misterios»: Basar toda la personalidad de un personaje en un trauma del pasado o en un secreto misterioso son posiblemente dos de los recursos más utilizados y más pobres hoy en día. Un personaje no debe construirse en base a un hecho en concreto; y si se hace se debe evitar la problemática de los clichés mal trabajados. Estos «misterios» son un recurso fácil que rara vez resulta satisfactorio. Lo simple muchas veces da mayores frutos, pues es más difícil equivocarse.
- Diálogos vacíos: Las conversaciones son uno de los medios principales que muestran emociones y personalidad, y que reflejan la psicología del personaje. Evita los diálogos más básicos que no hagan avanzar las situaciones o que no expresen nada de sus personajes. En un diálogo puedes mostrar tantas cosas… y ocultarlas. Saber escribir a un personaje no se basa solo en tener una ficha con sus datos, sino en jugar con cómo plasmar esta información. Vale tanto lo que dices de ellos, como lo que callas como lo que tergiversas. Échale imaginación.
Cómo trabajar la psicología del personaje al escribir
Si lo que quieres es saber cómo escribir psicología del personaje en tu novela, existen muchísimas técnicas por Internet. Seguro que algunas de estas ya las has oído; incluso puede que utilices un par. Algunas de estas son constructos narrativos que se emplean en cine y literatura; otras son muy propias de fandoms de Internet; otras son típicas de ejercicios de escritura creativa. Sea como sea, todas son válidas: pruébalas, encuentra la que más te funcione.
- Ficha de personaje: Como he dicho, Internet está lleno de estas fichitas: de mil formas y estilos. Antes de escribir, estas ayudan a definir el pasado, los miedos, los valores, el aspecto, la personalidad y la visión del mundo de tu personaje. Las hay tan largas y tan cortas como profundidad quieras darle. Como hablamos de psicología, céntrate en los aspectos que no sean de estética. Sé que, sobre todo, en novelas de romántica, es muy común priorizar estos aspectos sobre los internos, pero la psicología trabaja al personaje desde dentro.
- Objetivos y obstáculos: un principio básico de la narrativa es el de la necesidad de cada personaje. Este debe tener algo que quiere lograr y dificultades que lo pongan a prueba; de lo contrario, su camino será monótono y plano. Tengo un artículo interesante sobre la dicotomía querer/necesitar al que puedes echarle un vistazo si quieres más información sobre una buena técnica.
- Arco de transformación: Otro pilar narrativo: decide cómo cambiará (o no) tu personaje desde el inicio hasta el final de la obra. Cómo va a ser su camino, quién lo va a ayudar, qué va a sacrificar, qué va a obtener… En definitiva, piensa en que la vida da y quita cada día. En una novela, a tu personaje debe pasarle algo similar. Si todo le va bien… es poco realista. Si a cada página le pasa algo… es demasiado dramático.
- Mostrar, no contar: Vamos, el clásico «show, don’t tell». Esto tiene mucho más de psicología de lo que puede parecer. El estilo con el que cuentas una historia también depende de los personajes. Si, además, en tu obra tienes distintos puntos de vista, vas a necesitar diferenciarlos. Ahí entra el estilo de las voces narrativas. La narración es tan indicadora de la psicología como los diálogos. En ella se imprimen rasgos de personalidad, expectativas, ideas, opiniones…
- Profundizar en la voz: Asegúrate de que tu personaje hable, piense y actúe de manera coherente con su carácter; a menos que quieras que sea un veleta. Y, de ser así, que esto quede claro. Muchas veces autores confunden estos «personajes misteriosos» o una «voz no fiable» con incongruencias o incoherencias y… no es lo mismo. La psicología de tu personaje debe estar bien trabajada de principio a fin.
La corrección de estilo y trama como apoyo
Como acabo de mencionar, el estilo es importantísimo para definir a un personaje. De la misma manera, todo el aspecto psicológico de este es un tema que trata la narrativa. Estos dos campos son servicios editoriales, imprescindibles tanto para escritores publicados como para escritores noveles. Si has publicado ya, si quieres autopublicar tu novela… estos servicios te interesan.
Como autor, es habitual que, tras muchas reescrituras, pierdas perspectiva. Aquí es donde entra en juego un servicio de corrección de estilo y de trama. ¿Para qué sirven? Pues para varias cosas, entre ellas, las más relevantes son:
- Detectar incoherencias psicológicas en la conducta de los personajes.
- Señalar repeticiones o clichés que empobrecen el desarrollo.
- Proponer mejoras en los diálogos para que reflejen mejor la personalidad de cada personaje.
- Reforzar el arco de evolución para que sea natural y coherente.
Estos trabajos no van a cambiar tu voz de autor, sino potenciar la psicología de tus personajes. Si necesitas ayuda con alguno de ambos, o con los dos, escríbeme y trabajaremos juntos.
Trabaja a tus personajes
Como conclusión: la psicología del personaje es esencial en cualquier novela. Un protagonista con motivaciones reales, conflictos internos y evolución marcará la diferencia a la hora de disfrutar la historia.
Si eres escritor novel o te planteas la autopublicación, recuerda que no basta con terminar un manuscrito: necesitas pulirlo y asegurarte de que tus personajes funcionan. Un proceso de corrección y edición profesional puede ayudarte a conseguirlo, llevándote un paso más cerca de la publicación de un libro que emocione y convenza.
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